En los últimos meses han surgido varios debates en nuestro ambiente sanitario  que no podemos de dejar pasar por alto.

El último debate es el proyecto de ley para la legalización de la eutanasia, que se ha aprobado recientemente en el Congreso. Nosotros como médicos tenemos no solo un compromiso de servicio al ser humano y a la sociedad, sino también en el respeto a la vida, la dignidad de la persona y el respeto por su salud. Lo dice nuestro Juramento Hipocrático, que acabamos de renovar y nuestro Código Deontológico.

Artículo 36 de éste código, dice:

“1. - El médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría

del paciente siempre que sea posible. Cuando ya no lo sea,

permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para

conseguir su bienestar, aun cuando de ello pueda derivarse un

acortamiento de la vida”.

Cómo médicos pensamos que sería oportuna una ley para garantizar la equidad y la calidad asistencial que aliviara el sufrimiento y garantizara una muerte serena y en paz. La ley de cuidados paliativos que también está en el congreso. Con ella se busca la universalización de los cuidados realizados por profesionales debidamente formados y la ayuda a sus familiares para que les acompañen en el trance de su final. Esto haría innecesaria una ley de la eutanasia.

Otro tema es la Sanidad Universal.

Sea bienvenida la vuelta a la Sanidad Universal. Es un logro del que nos congratulamos todos los médicos. Nadie de nosotros puede negarle la asistencia a otras personas cuando ésta te la demande. Pero si entran 800.000 personas en nuestro Sistema sanitario, cifra que va aumentando en más de 500 personas diariamente en nuestra Comunidad autónoma. Si no queremos que aumenten las listas de espera y disminuya el escaso tiempo que tenemos para dedicarles a nuestros enfermos. Si tenemos, en nuestra comunidad, la sanidad peor financiada de todo el país y si no queremos que nuestra sanidad, que llegó a ser la segunda del mundo hace 10 años y ya se encuentra en la puesto nº 20, siga retrocediendo. No podemos quedarnos parados. Es mucho lo que nos queda por hacer. Es urgente.

Otro debate sería la financiación.  Es algo que conoce muy bien nuestra Ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Todos hemos vivido la lucha y las críticas feroces que ha tenido con el anterior ejecutivo nacional. Como ella ha mantenido en numerosas ocasiones, tienen que desaparecer las grandes diferencias actuales entre la capacidad de financiación de la sanidad de unas comunidades a otras. No se puede hacer lo mismo con cada vez menos dinero y más pacientes, si no es acosta del personal sanitario. Al norte del país llegan pocos migrantes. A nosotros varios cientos todos los días. Necesitamos más médicos.

A éste propósito, otro debate es si faltan médicos o no. Todos somos conscientes que no. Para poder ejercer la medicina en España, prácticamente en casi todas las ocasiones, hace falta tener una especialidad, bien hospitalaria o de familia. Lo que necesitamos son más especialistas.

Tenemos que recordar que quedan muchos graduados que no han podido acceder a una plaza Mir. Este año se han presentado más de 14000 compañeros, para cubrir algo menos de 6500 plazas, y cada año salen de nuestras facultades de Medicina más de 7.000 graduados, alrededor de 700 quedan en paro cada año.

Este año la Junta de Andalucía no ha ofertado todas las plazas de formación que tenía acreditadas. En concreto, se han quedado sin cubrir, más de 80 en hospitales y 50 de médicos de familia.  Es incoherente que, ante la falta de médicos especialistas, sobre todo de atención primaria, no formemos a todos los que podemos formar.

Desde el colegio, pensamos que es imprescindible, incrementar las plazas MIR ofertadas, e incluso acreditar otras nuevas, y que la solución no pasa por contratar a médicos extracomunitarios, con menor formación, que no tienen homologados el título de especialista. Queremos que nuestros jóvenes, que tanto se han esforzado para ser médicos, tengan futuro en España.

En España y en Andalucía lo que faltan son médicos especialistas y muchos más que van a faltar, si no se pone remedio. En los próximos cinco años se jubilarán más del 20% de los médicos. El problema es la ausencia de una planificación que no ha previsto 3 cosas: el envejecimiento, la feminización de la medicina y las prioridades de nuestros jóvenes médicos. Hay que tomar medidas con urgencia porque la formación de un especialista dura más de 10 años. Además, la feminización de la profesión conlleva un mayor número de bajas por maternidad, por lo que,º a lo largo de la vida profesional de una mujer, lo normal es que sea precisa su sustitución durante meses.

Además, una vez que terminan su formación, las condiciones laborales que se les ofrecen a los MIR, en nuestra Comunidad, no son una buena opción: Tienen mayor movilidad geográfica, menor estabilidad laboral que en otras comunidades cercanas, peores salarios y escaso reconocimiento, por lo que la mayoría prefieren irse a trabajar fuera de Andalucía.

Hay que mejorar las condiciones laborales de los médicos en nuestra Comunidad, eliminando el complemento de exclusividad y equiparando nuestras remuneraciones salariales a las de otras comunidades.

La estructura de nuestra sanidad tiene que cambiar, tenemos que motivar a nuestros médicos, es imprescindible, porque la motivación de cualquier profesional pasa por estar en un ambiente estimulante de trabajo en equipo y liderados por los mejores profesionales.

Es imprescindible hacer una planificación sobre las necesidades de médicos no sólo convocar todas las plazas acreditadas sino que es preciso acreditar otras nuevas.

Lo que no es admisible es buscar atajos que eviten estos problemas pero no los resuelvan.

No entendemos que las funciones del médico sean asumidas por otros profesionales sanitarios, y hablamos de “los Procesos de Gestión Compartida” que nuestra Consejería de Salud ha protocalizado, siendo Jaén provincia piloto para su puesta en marcha. Naturalmente no tenemos nada contra los enfermeros, nuestra profesión hermana, con la que llevamos muchos años trabajando en paz y armonía. Pero cada una tiene su misión. Antes de tratar un síntoma hay que realizar un diagnóstico, el cual es competencia exclusiva del médico. No es corporativismo, es profesionalismo. Lo que nos mueve, es la seguridad y la calidad en la atención del paciente. La sanidad pública es un logro de todos y entre todos tenemos que contribuir a mantenerla y mejorarla. Los colegios de médicos tendemos la mano a la administración y, como siempre, estamos dispuestos a plantear y colaborar en todas las soluciones.

 

 

 

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